Los libros son puertas de entrada a otros mundos, que pueden ser parecidos o no al real, mundos que podemos creernos, casi como si fueran una historia que le pasó al amigo de un amigo. Las redes sociales también nos dan acceso a otro tipo de mundos, hay gente que pone toda su vida en las redes como Instagram, Facebook o Tik Tok y gente que, como pasa con los libros, prefiere experimentar otras vidas. En Kentukis alcanzamos otro nivel de este tipo de experiencias, en dónde podemos elegir ser amos o mascotas. Esta es la premisa de la última novela de Samanta Schweblin que la ha consagrado como una de las voces más importantes de la literatura contemporánea.
Índice
Disclaimer
Algo que siempre siento que tengo que aclarar antes de hablar de un libro es que la experiencia de leerlo es significativamente más enriquecedora si se accede sin conocimiento previo sobre su historia y los temas que lo componen. Por eso, si pensás como yo, queride lector o lectora, te recomiendo correr a tu librería amiga o descargar el eBook para leerlo como yo hice, sin tener idea en qué me estaba metiendo, porque es una experiencia muy recomendable.
¿Qué es un Kentuki?
En el mundo planteado por Samanta Schweblin se ha comercializado un nuevo juguete/dispositivo electrónico llamado Kentuki. Se trata de una serie de muñecos con la vaga apariencia de distintos animales y con forma de pelota ovalada. Estos muñecos tienen tres ruedas en su base que les permite un rango limitado de movimientos y cámaras por ojos. La gracia de este “juguete” es que en realidad es un dispositivo operado por una persona al azar de cualquier parte del mundo. Cualquiera puede comprar el Kentuki para tener en su casa o, si prefiere estar del otro lado, un código que permite “ser” un Kentuki y “vivir” una segunda vida como mascota de un extraño.
A partir de esta simple premisa se dispara un arcoiris de situaciones y problemáticas que de alguna forma reflejan también las miserias del ser humano y lo bajo a lo que podemos caer al enfrentar situaciones que escapan a nuestro control.
Esqueleto de la obra
Kentukis es una novela coral. No seguimos solamente a los mismos personajes a lo largo de la novela ni se cuenta una sola historia, sino que hay varias narrativas entrelazadas con personajes de todo el mundo.
Algunas líneas argumentales llevan varios capítulos desarrollando sus historias, entre las que se encuentran la de Alina, una mujer de Mendoza viviendo en un pueblo de México con su novio Sven mientras él desarrolla su nueva obra de arte y ella intenta entender qué hay detrás del Kentuki cuervo que compró en Oaxaca; está Enzo, un padre italiano que quiere complacer a su ex mujer comprando un Kentuki topo para su hijo Luca; Emilia, una señora mayor en Perú a quién su hijo regala un código para que sea un Kentuki conejo en la casa de una joven en un pueblo de Alemania; Marvin, un niño que solo quiere ser libre y conocer la nieve y Grigor, que planea hacer dinero vendiendo códigos de Kentukis al mejor postor.
Pero también hay otras historias autocontenidas en un solo capítulo, algunas muy cortas, todas impactantes.
Temas principales
Es claro que los extremos de la tecnología, el anonimato de las redes y la exposición de nuestras vidas en las mismas es uno de los ganchos principales de Kentukis. Sin revelar demasiado, la novela toca temas como la exposición de los niños a posibles pedófilos, el tráfico de personas y sobre todo la soledad en la que muchas personas se sumergen en esta era de supuesta conexión total. Pero como explica Schweblin en una entrevista, los Kentukis son dispositivos neutros, todo la monstruosidad que la gente ve en ellos (o que vemos en la actualidad como posibles peligros en las redes sociales) la ponemos nosotros, los seres humanos, quienes estamos del otro lado de las pantallas.
Por todo esto Kentukis es una novela muy importante en esta época y que no puedo recomendar lo suficiente. También es un ejercicio exquisito de desarrollo de personajes, dónde Samanta Schweblin ha logrado desprenderse de un mundo más cercano como fue el de Distancia de Rescate, su primera novela, a una dimensión global, sin dejar de sentirse completamente auténtica y cercana en sus distintas miradas, sin importar la nacionalidad, la edad de sus personajes o de qué lado del Kentuki habitan.
Menciones
- La revista The New York Times en su edición en español, incluyó a Kentukis como una de las 10 mejores novelas del 2018.
- Kentukis también fue finalista del Man Booker International Prize.
- En 2020 Kentukis ganó el premio Mandarache de Jóvenes Lectores, elegido por votación de 6 mil jóvenes de entre 12 y 30 años.