La literatura tiene un tiempo distinto al de la coyuntura. Hay libros que reaparecen cuando más se los necesita, como si supieran que su voz aún puede interferir en el presente. La reedición de El Eternauta en mayo de 2025 no es una operación editorial más. Coincide, con la fuerza incómoda de lo simbólico, con la reactivación de la búsqueda de dos nietos de Héctor Germán Oesterheld, nacidos en cautiverio durante la última dictadura argentina y todavía desaparecidos. Mientras las librerías celebran el regreso de uno de los clásicos gráficos más importantes de la historia argentina, los organismos de derechos humanos insisten: el relato no está cerrado. La historia que Oesterheld escribió con lápiz y tinta, sus hijas con sus cuerpos, y sus nietos desde un lugar aún en sombra, sigue abierta.
El Eternauta vuelve a las librerías mientras continúa la búsqueda de los nietos de Oesterheld
