Antes de que Macondo quedara fijado en el imaginario por la saga de los Buendía, esta novela breve ya lo había recortado en un cuarto en penumbra, tres voces a contrapunto y un cadáver que obliga a hablar. La hojarasca se sostiene en una escena casi inmóvil, un velorio íntimo, y abre, desde ahí, un mundo entero de lealtades, odios y memoria.
Reseña de La hojarasca de Gabriel García Márquez
