Si has escuchado hablar de Lovecraft Country pero no sabes de dónde proviene la referencia en el título de la popular serie de HBO, hoy daremos un paseo sobre la obra de H. P. Lovecraft, controvertido escritor del Siglo XX.
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En las últimas semanas te contamos bastantes datos interesantes sobre Stephen King y Mariana Enríquez que surgieron como punto de partida del artículo, De Lovecraft a Enríquez, la herencia de la intertextualidad. Ahora, seguimos un poco esa línea al elaborar un poco sobre la otra arista de ese triángulo. Se trata de una de las figuras más inspiradoras y controvertidas de la literatura del siglo XX. Nos referimos nada más ni nada menos que del rey del terror cósmico: Howard Phillips Lovecraft.
Orígenes, racismo y controversia
Si bien la carrera de Lovecraft se desarrolló en las décadas de 1920 y 1930, él siempre fue un hombre de otro siglo. Nacido en 1890, en Providence (Rhode Island, Estados Unidos), se consideraba un caballero inglés y rechazaba la independencia de Estados Unidos de la monarquía inglesa.
Si analizamos los temas de sus historias, muchos se remontan a su vida tumultuosa. Lovecraft nació en una familia distinguida pero venida a menos. Su padre muere en 1898, luego de pasar cinco años internado en un manicomio aquejado por sífilis. Su madre lo cría en un ambiente cerrado, aislado del mundo. Sin amigos, Lovecraft se sumerge en los libros de su abuelo. Es aquí dónde comienza a desarrollar su amor por las letras.
Entre sus miedos se destacan las figuras de su madre y tías vestidas de luto, que en sus sueños se convierten en criaturas descarnadas de la noche. Así como su desagrado por el pescado y la vida marina se puede interpretar en cuentos como La sombra sobre Innsmouth, Dagón y La llamada de Cthulhu.
Pero uno de los aspectos más controversiales de Lovecraft es su racismo, que permea toda su obra. En varios pasajes de sus historias se describe al hombre blanco, europeo y británico como superior, mientras que advierte de los males de la mezcla de culturas exóticas y extranjeras. Esto lo podemos ver claramente en historias como El horror de Red Hook o mismo en La sombra sobre Innsmouth, donde la temática principal ronda en los peligros de las cruzas de sangre con “personas” de islas remotas.
Pero seguramente la pieza de evidencia más substancial del racismo de Lovecraft es su poema “On the creation of Niggers, dónde describe a las personas de descendencia afro como bestias en forma semihumana repletas de vicios. Lovecraft tenía 22 años cuando escribió este poema que predice la mayoría de su obra, y si bien sus ideas pueden haber cambiado hacia el final de su vida, es innegable que su racismo se encuentra embebido dentro de muchas de sus historias.
El libro de Matt Ruff y la serie adaptada de su trabajo, Lovecraft Country, exploran este aspecto del territorio de los Estados Unidos, dónde el verdadero horror son el racismo y la intolerancia.
Por todo esto es importante tener estos aspectos en cuenta al abordar la obra de Lovecraft desde un lugar crítico.
Influencias en la obra de H. P. Lovecraft
Las primeras influencias en la obra de Lovecraft fueron los cuentos de Las mil y una noches. Es de estas historias fantásticas árabes de dónde nace la figura de Abdul Alhazred, quien sería el escritor del Al Azif, más conocido en nuestros días como el Necronomicon.
Entre los escritores que más marcaron su obra podemos citar a Algernon Blackwood, Arthur Machen, Lord Dunsany (por quien Lovecraft se inspiró para escribir una serie de historias oníricas), Robert W. Chambers y por supuesto Edgar Allan Poe.
El horror cósmico
A los cinco años Lovecraft comienza a descreer de la fé protestante que predica su familia y comienza a dudar sobre la existencia de Dios. Este hecho marca su obra, en la que el ser humano está abandonado en sus creencias, asediado por seres extraños para quienes carecemos de importancia. La humanidad no es relevante, solo estamos en su camino y en la mayoría de los casos somos meros observadores del horror que representan.
Este es uno de los puntos fundacionales del horror cósmico. A diferencia de las historias de terror clásico, de fantasmas, demonios que buscan nuestras almas, o seres perversos que nos desean el mal, los entes lovecraftianos rara vez se interesan realmente por nosotros. Simplemente somos testigos de su horror y es esta visión la que arrastra a los protagonistas en la obra de Lovecraft a la locura.
El círculo de Lovecraft
Para entender cómo la obra de Lovecraft llegó a tener la relevancia y fama que tiene hoy en día, hay que hablar del círculo. Se trata de varios autores amigos de Lovecraft con quienes mantenía una fluida correspondencia y con quienes se encontraba en convenciones de escritores amateurs. Estos autores no solo se nutrieron entre ellos para construir una obra conjunta, dónde la intertextualidad abunda, también desarrollaron una fuerte amistad.
Luego de la muerte de Lovecraft en 1937, sus albaceas literarios, Donald Wandrei y August Derleth fundan la editorial Arkham House para publicar las historias de su amigo y así comenzará a hacerse conocido entre el público general.
La primera de sus obras en ser adaptada a otro medio fue El caso de Charles Dexter Ward, bajo el título The Haunted Palace en 1963, nombre de un poema de Poe. Esto se hizo ya que en esa época el nombre de Lovecraft aún no había permeado el zeigeist global como lo ha hecho hoy en día. En la actualidad sus creaciones son tan populares que incluso se pueden encontrar caricaturas y juguetes Funko pop de Cthulhu, su creación más popular.
Escribir sobre Lovecraft, su herencia y su impacto en la cultura popular da muchísima más tela para cortar, por lo que nos extenderemos sobre otros aspectos del lúgubre escritor de Providence en futuros artículos.