La primera impresión al abrir El mejor infarto de mi vida, de Hernán Casciari, no es la de un libro que busque una cronología cerrada, sino la de un conjunto deliberado de relatos breves que se sostienen por un recorte vital claro y por una manera de decir que prioriza la precisión sobre el énfasis. Lo que asoma, detrás de cada escena doméstica o médica, es una voluntad de ordenar la experiencia sin convertirla en espectáculo.
El mejor infarto de mi vida, de Hernán Casciari, una constelación que orbita una crisis
