Ya escribimos bastante sobre Stephen King, en artículos sobre El mito de Osiris o la representación de la mujer en sus novelas. Pero en esta oportunidad volvemos al autor más famoso de Maine para disertar un poco acerca de su método de escritura y cómo es que sus historias se desarrollan.
Índice
Si tuviéramos que resumir la principal lección de Stephen King como escritor, sería la siguiente: la historia sigue al personaje. Tal vez este sea un enunciado demasiado reduccionista, pero es un mantra que King mantiene en la mayoría de sus novelas.
Fabricaciones
Al consultar a escritores o leer sus enseñanzas sobre la escritura, muchas veces encontramos que el primer paso para crear una historia es armar un esqueleto sobre el cual construirla. Un núcleo o un storyline, que normalmente define cómo empieza, cómo se desarrolla y cómo termina una historia.
En las historias de Stephen King este es raramente el caso. El autor cita solo un puñado de ejemplos dónde utilizo una estructura predeterminada para guiar algunas de sus novelas. En algunos casos como en The Dead Zone, el resultado fue juzgado exitoso por King. En otros como Rose Madder, el autor aún guarda cierto arrepentimiento. Y esto se da porque el cerrar el desarrollo de una historia sin antes poblarla de personajes que se sientan reales, que estén dotados de carnadura sobre sus huesos literarios, hace que sus decisiones sean muchas veces forzadas, que no se sientan como personas reales sino como lo que en última instancia son: fabricaciones.
El personaje decide
Los personajes de King son notables porque se sienten reales y las decisiones que toman son acordes a su naturaleza individual. Son personajes que no se crean con el propósito de cumplir con una “misión” informada por lo que debe ocurrir con una historia ya cerrada, sino que serán sus decisiones las que guíen la historia en un escenario prefabricado. Es por esto que muchas veces cuando leemos sus libros puede sentirse que van un tanto a la deriva. Estamos experimentando el mismo tipo de caos e incertidumbre que los protagonistas de la historia.
El germen de una historia
Aún así sería iluso pensar que lo primero que se forja en una historia son sus personajes, y esto no es diferente en las obras de Stephen King. En múltiples entrevistas y en sus escritos de no ficción, King comenta como suele nacer el germen de una de sus historias. En muchos casos el escritor se encuentra en una situación en la que su cerebro dice “¿Qué pasaría si…?”. Por ejemplo su libro From a Buick 8 se originó de una visita a una tienda dónde vio a un hombre bajar de un auto y entrar al baño. Inmediatamente su mente propuso “¿Qué pasaría si ese hombre no volviera a salir del baño?” o “¿Qué pasaría si el auto no fuera un auto en realidad?”. A partir de esos gatillos disparadores, se comienza a gestar una historia, pero quien decidirá a dónde se dirigirá esa historia no es el autor.
Para más información sobre el método de escritura y cómo se gestaron algunas de las más populares novelas de Stephen King, no puedo dejar de recomendar la lectura de su libro On writing (Mientras escribo) uno de los mejores textos sobre el arte de la escritura que he leído.