El 17 de abril de 2014 se nos iba un grande en la literatura colombiana y latina. Con 87 años fallecía Gabriel García Márquez por un cáncer. Años previo a su fallecimiento, el escritor trabajaba sobre sus memorias contra el fantasma del olvido que atormentaba muchas veces sus pensamientos.

Gabriel garcía Márques se encuentra entre uno de los máximos exponentes de la literatura colombiana y latinoamericana. Con más de 70 años de escribir sin parar, el autor cuenta con un amplio repertorio de obras lo hicieron un referente destacado de la literatura.  La semana pasada, cumpliéndose 5 años de que el escritor falleciera, seguidores y artistas en diversas partes del mundo lo homenajearon.

Márquez fue toda su vida un hombre con una memoria prodigiosa, pero acosado por el fantasma del olvido. Uno de sus libros favoritos sobre este tema era el de Luis Buñuel, quien vivió el drama de la perdida de memoria de su madre.

Cuando el escritor colombiano comenzó a sentir los síntomas de la enfermedad, ya venia combatiendo el fantasma y temía no poder concluir el primer tomo de tres que tenía previsto para sus memorias. El primer tomo abarcaría su vida desde su nacimiento en 1927 hasta 1955 cuando realizó el cubrimiento periodístico en Ginebra. Luego, el segundo tomo abarcaría desde 1955 hasta que escribiera sus primeras novelas con la culminación de Cien Años de Soledad, y luego, El Otoño del Patriarca y El Amor en los Tiempos del Cólera.

Las memorias de Gabo

Para cada tomo, Gabo no quería hacer una memoria en un sentido cronológico sino, para el primero quería que sea desde la epifanía y hechos más significativos de su existencia. El primer tomo lo escribió desafiando lagunas en fechas y lugares, pero manteniendo viva la memoria de su infancia en Aracataca, su primer viaje a Bogotá desde el río Magdalena a bordo del buque David Arango. También sus estudios en el bachillerato Zipaquirá, el haber vivido el 9 de abril de 1948 cuando era estudiante de derecho en la Universidad Nacional. Su posterior regreso al Caribe y Cartagena, su iniciación como periodista en El Universal, luego en El Heraldo y El Nacional, para luego, trabajar en El Espectador.

El segundo describiría cómo había escrito sus novelas y cómo la escritura de ellas coincidía con momentos propios de su propia vida. Y es que el realismo que sentimos en sus personajes y padecimientos se debe a que muchos eran suyos propios, y muchas veces, los sufrimientos de sus personajes lo afectaban tanto a él mismo, en un duelo de ida y vuelta.

El último tomo seria sobre los personajes poderosos y las amistades políticas que tuvo García Márquez a lo largo de su vida.

El fantasma del olvido

Gabriel García Márquez era consciente de que el fantasma del olvido lo acechaba y lo conjuraba con humor, «Qué maravilla, lo estoy olvidando todo«. Luego cuando vio que su biógrafo, Gerald Martin, se demoraba en la publicación de su biografía, le dijo con dura y visionaria claridad que, “Me quedan pocos años de memoria”.

Sobre su segundo tomo, fue al periodista Juan Gossain quien le respondió con descarnada sinceridad que «No habrá segundo tomo de memorias, porque me está fallando la memoria«.

Después de setenta años sin parar en 2005, tras escribir Memorias De Mis Putas Tristes (2004), se tomó un año sabático pero ya le fue más difícil volver a escribir de nuevo. Sin embargo, la revelación de la triste noticia fue en 2012, confirmada luego por su compadre y amigo Plinio Apuleyo Mendoza volvio a confirmarlo a través del mensaje del Rodrigo, el hijo de Gabo, «Si alguien quiere hablar con mi papá, que lo vea a la cara. Por teléfono ya no reconoce». Dasso Saldívar, autor de El Viaje a la Semilla, se aventuró a decir lo mismo que la agencia internacional de noticias: «Tiene amnesia senil, una variante de alzhéimer«. «Creo que García Márquez no volverá a escribir nunca más«, había dicho en 2009 Carmen Balcells, editora y agente. A lo que Márquez la desmintió: «No es cierto. No hago otra cosa que escribir».

En marzo de 2012 un video del cumpleaños de Gabo desmintió el rumor.

Jaime, hermano de Gabriel García Márquez, no tenia duda que él era un genio de la literatura. «Mi hermano Gabito es un genio declarado científicamente. Un genio como él recibe más información en su cerebro y tiene mayor capacidad para procesar con velocidad todo lo que almacena. En la vida, un acto repetitivo produce la perfección. La manera como él relaciona la realidad y la describe como periodista y novelista es la de un genio. Otro rasgo que yo percibo en él es que se anticipa a los acontecimientos. El Gabito que escribió ‘El amor en los tiempos del cólera’ era aún un hombre fuerte que no tenía ninguna señal de vejez. Y sin embargo, a medida que pasan los años, la descripción de la vejez que narra él en su novela es lo más parecido a él mismo, contemplado con diez o más años de anticipación«, fueron las palabras de Jaime.

A García Márquez las historias de olvido lo mortificaron y especulo con la idea que el olvido podría crear otra forma de memoria ficticia. Lo espantó saber que Esperanza Araiza, la muchacha que le transcribió Cien Años de Soledad, también perdiera la memoria. Lo cierto es que no pudo terminar de escribir sus memorias, como él quería, aunque muchos autores amigos o conocidos, han compartido y escrito sobre él y su vida. Además de que sus novelas y escritos también dejaron un sello grabado, permitiendo que sus memorias y recuerdo quede impreso para siempre como una de las grandes figuras de la literatura latina e internacional.

2 comentarios

  1. […] secuestro en 1996 y Memorias de mis putas tristes en 2007, que sería su última obra. Además de sus memorias Vivir para contarla en 2002. Falleció el 17 de abril de 2014 en México DF a causa de un cáncer […]

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