Dolores Claiborne y Gerald’s Game: una conversación temática

En mayo y noviembre de 1992 Stephen King publicó dos novelas, Gerald’s Game y Dolores Claiborne respectivamente. Estas historias son un buen ejemplo de uno de los aspectos más interesantes de la literatura de King y no tan conocida por el público general. Se trata de su leiv motiv de cruzar relatos aparentemente no relacionados.


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Tal vez el mejor ejemplo de este recurso en la literatura del maestro del terror sea La Torre Oscura. Esta novela narra las aventuras del pistolero Roland Deschain persiguiendo al hombre de negro en una tierra extraña, con aspectos similares a nuestro mundo pero diferentes. La torre es un eje sobre el cual gira toda la bibliografía de King, más allá de los 7 (o 7 y medio) libros que la componen. En varias otras novelas y cuentos cortos del autor se pueden encontrar referencias a la torre y a sus personajes. Incluso en algunos casos como el de Insomnia y Corazones en la Atlántida, las historias están entrelazadas más intrínsecamente.

Pero en la dupla de Gerald’s Game y Dolores Claiborne encontramos una dualidad más interesante que cubre una temática más visceral y muy difícil de tocar con tacto como puede ser el abuso.

Dolores Claiborne y Gerald’s Game: Coincidencias temáticas

Tanto Jessie Burlingame como Dolores Claiborne, las protagonistas de estas novelas, ocupan un rol central completo en la narrativa de sus historias. En el caso de Dolores, esto es llevado al punto en que la forma que toma la narrativa es la de una declaración, sin escuchar otra voz que la suya. Una conversación unilateral con quien asumimos es un policía que la interroga para conocer sobre su rol en un asesinato. Jessie también tiene una conversación unilateral, pero en este caso el motivo es más siniestro. Jessie se encuentra por casi la totalidad de la novela esposada a una cama y revolviendo su pasado en recuerdos de abuso, dolor, y la imposición que tuvieron sobre ella los hombres de su vida. Comenzando por su padre.

El eje que las une

Así como La Torre Oscura une los universos creados por Stephen King, Dolores Claiborne y Gerald’s Game también tienen un nexo en el cual se encuentran. Se trata de un eclipse que recorre Nueva Inglaterra. El punto más importante de ambas novelas, dos momentos en que la vida de Dolores y Jessie cambian para siempre, es marcado por el eclipse. Y es entonces cuando más allá de la distancia que las separan, estando a cientos de kilómetros una de la otra, ellas logran verse, unidas por su dolor y por la situación que están atravesando. Es un momento incompleto, como una pieza de un rompecabezas que sin leer la otra novela, se puede interpretar como una metáfora o como desvaríos producidos por el alto estrés emocional que experimentan los personajes. Pero en el mundo de King, las distancias son elásticas, y pueden estirarse y contraerse en situaciones límite como estas.

No deseo entrar en materia de spoilers o explayarme demasiado en el argumento de ambos libros. Más adelante planeo dejar una reseña más específica de cada historia, pero en esta instancia quería simplemente analizar las coincidencias temáticas y el encuentro casual de estas historias. Por otro lado, este tampoco es el único ejemplo de historias hermanas que escribiría King. Más adelante quisiera comentarles sobre otro duo que es un interesantísimo ejercicio literario de este autor: Desesperation y The Regulators.

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