Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro

Los recuerdos del porvenir (1963), la novela de Elena Garro que aborda elementos de la historia de México desde un ángulo político y fantástico.


Indice


Los recuerdos del porvenir, ¿De qué trata?

Elena Garro fue una dramaturga y escritora mexicana. Si bien fue poco conocida por fuera de México, en su país fue una destacada literaria que renovó la literatura fantástica. Incluso, algunos críticos la consideran la segunda escritora más importante del país, después de Sor juana Inés de la Cruz.

Los recuerdos del porvenir fue su primer novela, escrita en 1953 y publicada recién hasta 1963. Se construye alrededor de un episodio de la Guerra Cristera (1926-1929), rompiendo con el realismo mexicano de la época. Además de tocar el tema del poder desde un ángulo político mezclado con lo fantástico.

Ixtepec, un pueblo narrado su propia historia

Muchos años antes de que Gabriel García Márquez imaginara Macondo, Elena Garro creó Ixtepec, un pueblo al sur que tiene todo y nada que ver con poblados de México. En Ixtepec es donde nació por primera vez el Realismo mágico. Donde se vieran por primera vez los rasgos que caracterizaron al movimiento que puso a la literatura latinoamericana a la vanguardia a mediados del siglo XX.

Es la voz del propio pueblo quien observa y narra su historia y la de sus habitantes. Recuerda la saga de los hermanos Nicolás, Isabel y Juan Moncada en busca de la libertad. De Julia y Felipe Hurtado los enamorados que no pueden proteger su amor y mueren acribillados por las manos del General Francisco Rosas, el hombre bueno que perdió su destino con el fracaso de la Revolución. A Juan Cariño, el “loco” del pueblo que limpiaba sus calles todos los días y juntaba con su sombrero las palabras que iban acabando con su gente. A los indios que se “vuelven a ocupar su lugar en el pasado” con la traición de la lucha agraria de Emilio Zapata. Entre muchos otros personajes del libro.

Un espejo de la historia de México

Es común señalar de la obra de Garro su alto contenido poético, tanto de sus piezas dramáticas como narrativas. En esta novela, el recurso más evidente es personificar el pueblo de Ixtepec como narrador de la novela. Sin embargo, al empleo de la palabra e imagen poética se opone, como un elemento realista, el uso de diálogos directos entre los protagonistas, donde la escritora recrea con sonoridad poética, el habla popular propia de provincias mexicanas. Y es que en Los recuerdos del porvenir se entrelaza la historia del país con la magia y fantasía de Ixtepec, revelando una visión crítica y precisa del México posrevolucionario.

La novela aborda las injusticias y horrores que vivió el país bajo la dictadura de Plutarco Elías Calles durante la Guerra Cristera (1926-1929). Una nación dividida entre los viejos (los porfiristas) y los nuevos ricos (los “revolucionarios”) adueñados del poder, al lado de los indígenas a quienes vuelven a relegar su lugar en el pasado, despojados de sus tierras por los latifundistas y pistoleros mercenarios.

Ixtepec se presenta como un espejo de la historia México, como un pueblo arrasado por un gobierno tiránico donde los jóvenes no tienen posibilidad de cumplir sus sueños, los aborígenes son vistos como animales sin derecho a existir, y el amor está condenado a fracasar.

Con una visión trágica, Elena Garro ve a México como una piedra petrificada en el tiempo, donde todo se repite y la esperanza es asesinada por los traidores a la Patria, como dicen los hombres de Ixtepec. El porvenir de Ixtepec es revivir su historia sin poder cambiarla.

Caben destacar otros dos escritores mexicanos que abordaron la misma temática y sus obras son comparadas con Los recuerdos del porvenir: Juan Rulfo con El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955); y José Revueltas con El luto humano (1943).


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *