Pocas figuras en la historia cultural de Argentina alcanzan la estatura mítica de María Elena Walsh. Definirla es un ejercicio de enumeración insuficiente. Fue poeta, novelista, cantautora, dramaturga, guionista y activista. En esencia, fue una arquitecta de la imaginación colectiva, una mujer que le dio a varias generaciones no solo canciones para su infancia, sino también un lenguaje para interpretar la compleja, y a menudo disparatada, realidad de su nación. Su vida, una odisea de autoafirmación artística, intelectual y personal, es la crónica de cómo la ternura puede convertirse en la más filosa de las herramientas críticas y el disparate en la más lúcida forma de la sensatez.
María Elena Walsh: Retrato de la mujer que inventó un país
