“Tengo un conejo entre las piernas. Es negro. Yo le digo Roberto, pero se podría llamar Ignacio o inclusive Carla, pero le digo Roberto porque tiene forma de Roberto.” Así comienza el cuento de Agustina Bazterrica y presenta desde las dos primeras líneas del relato, la cotidianeidad de lo fantástico
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Lo oculto y lo insólito
A medida que nos vamos adentrando en la narración, descubrimos que en este relato hay un intento de abuso plasmado de manera explícita y lo insólito se encuentra en que una niña tenga un “conejo entre sus piernas”. La narradora no tarda en presentarnos la figura del profesor “García”, quién al enterarse que la niña tenía algo entre sus piernas, le pide verlo.
El animal, en este caso funciona como una alegoría que puede conducir a varias interpretaciones relacionadas con la violencia sexual o la identidad de genéro. ¿Qué representa ese conejo entre las piernas de una niña? Podemos suponer acaso, que tiene que ver con la entrada a la pubertad o bien, a la menstruación. Eso “prohibido” y “secreto” que las niñas tienen que resguardar.
La referencia ingenua a Roberto deja de ser simpática, cuándo irrumpe la voz del profesor García, convirtiéndose en un nexo sombrío que utilizará para abusar de la nena.
¿En que se inspiró Agustina Bazterrica?
Agustina Bazterrica, menciona acerca del relato que la idea de utilizar la imágen de un “conejo” nace luego de la lectura del cuento de Cortázar “Carta a una señorita en París”. La autora, explica que el cuento:
“…surge como una descarga al acoso callejero que sufría a esa edad. Había asistido a un colegio de monjas muy estricto y no tenía herramientas para enfrentar ese tipo de abuso”.
Este cuento, lo podremos encontrar en el libro Diecinueve garras y un pájaro oscuro, en donde la escritora navega entre el amor, la muerte y lo siniestro.
Referencias
Yasmin Debesa
Profesora Universitaria en Letras y Redactora freelance.
Actualmente, me desempeño como docente de literatura en escuelas secundarias del conurbano y como redactora. Me gusta leer, soy amante de la poesía, las novelas y la ciencia ficción. Siento especial cariño por la literatura, porque es una forma de hacernos libres, al menos por un rato. Es por eso que trato de transmitir ese amor que me produce la lectura, tanto en la escritura como en las clases.