Reseña de Diecinueve garras y un pájaro oscuro de Agustina Bazterrica

Agustina Bazterrica libera en este libro de cuentos diversos delirios, pesadillas y el humor negro que la caracteriza, ofreciendo al lector historias breves atravesadas por su estilo punzante. 


Índice


¿A qué hace referencia el titulo?

Diecinueve garras y un pájaro oscuro fue publicado originalmente en 2016 bajo el nombre Antes del encuentro feroz y luego fue reeditado en una versión ampliada en 2020 (esta última fue realizada gracias a la popularidad de Cadáver Exquisito, novela que ha se ha reseñado aquí). Diecinueve garras y un pájaro oscuro comienza con dos epígrafes, ambos citas de poetas contemporáneas a las que Agustina Bazterrica admira. El primero, de Elena Annibali, introduce al lector a la oscuridad y a la desesperación que tiñe los relatos: “pájaro sombrío parado en mi pecho cenando mi lengua”. El segundo, de Claudia Masin, reflexiona sobre cómo sería tener garras, viviendo intensamente, en los extremos. Así son los personajes de estos cuentos: desbordados por sus emociones, por la locura, por sus deseos. 

¿De que se trata Diecinueve Garras y un pájaro oscuro?

En esta antología, Bazterrica describe distintas situaciones violentas y absurdas, entre las cuales encontramos a una niña acosada por su profesor, a otra que busca enterrarse viva con el cadáver de su padre, a una mujer que quiere ser un círculo y a un hombre enloquecido con la única película de una actriz clase B. Casi todas las protagonistas son mujeres (si bien hay excepciones), y aunque no alcanza los extremos a los que luego llegó con su novela, la autora toca temas incómodos. En Las cajas de Unamuno, por ejemplo, una mujer viaja en taxi y evalúa la posibilidad de que el conductor sea un asesino serial, mientras que en Los muertos un chico decide matarse para estar con su mamá, a la que imagina en la Luna. 

¿Qué técnica narrativa utiliza?

Bazterrica también utiliza diversas técnicas para la escritura. Los cuentos están narrados en primera y tercera persona, mientras que sólo uno de ellos utiliza la extrañísima segunda persona, reservada casi únicamente para los libros infantiles donde el lector elige su propia aventura. Otro está escrito en aquello que llamamos ‘español latino’ o ‘castellano neutro’, imitando los doblajes de películas extranjeras, y otros tantos experimentan las infinitas posibilidades de la puntuación y las repeticiones. Por lo general, la técnica utilizada dependerá del carácter de la protagonista: en Rosa Bombón, una mujer obsesionada con su reciente ex escribe una minuciosa serie de instrucciones para intentar superar la ruptura amorosa, y cada paso responde un problema distinto que hay que resolver. Por otro lado, Un sonido liviano, rápido y monstruoso se cuenta como un fluir de conciencia de una mujer que, en estado de shock, descubre un cadáver en su patio, y todo lo que pasa se muestra atravesado por esa confusión. Roberto, en cambio, es contado de una manera que imita el registro oral de una niña y logra una narración casi inocente, fantasiosa. En conclusión, Diecinueve garras y un pájaro oscuro es una lectura recomendada para aquellos que no teman innovar y quieran dejarse llevar por la experimentación de la escritura, el morbo y lo maravilloso. 

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